El cielo nocturno ardió mientras el festival de Fallas llegaba a su fin en Valencia, el pasado miércoles, con fuegos artificiales y la tradicional quema de enormes esculturas frente al Ayuntamiento.
Los organizadores del evento afirmaron que la cremà fue más que fuego este año, también fue un símbolo de resiliencia tras las inundaciones que afectaron a partes de la región el pasado octubre.
Después de la devastación, las Fallas regresaron más fuertes que nunca y, para una emocionada Berta Peiró, la radiante Fallera Mayor, fue una noche inolvidable.
Berta dio inicio a la Cremà desde el balcón del Ayuntamiento, repleto de dignatarios, autoridades y aficionados a las Fallas. La emoción llenaba el aire y la plaza estaba abarrotada de espectadores y balcones en otros edificios, donde los VIPs disfrutaban de las mejores vistas.
El espectáculo cobró vida cuando la multitud quedó maravillada con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales de ocho minutos. Cuando la última chispa se apagó, se encendió la traca, una enorme línea de petardos. Las llamas rugieron, envolviendo las impresionantes esculturas, y los aplausos estallaron en toda la plaza.
El fuego ardió durante largo tiempo y con gran intensidad, hasta que el servicio de bomberos intervino, como estaba previsto, para extinguir las últimas llamas, dando fin a otro año del festival de Fallas.
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Fotos cortesía del Junta Central de Fallas/Fotofilmax.